Cada día le apuesto más al maridaje de cultura y alimentación saludable como eje transformador de nuestras sociedades. Llevo estudiando dos años en Nueva York. Aquí he podido entender de primera mano la concepción común de calidad de vida de acuerdo a cuánto es capaz de acumular una persona en el menor tiempo posible.
Pienso que una alta calidad de vida se basa en cuán saludables y concientes de nuestro ambiente somos la mayoría. La alimentación natural es uno de los componentes más importantes de una alta calidad de vida, pero tristemente la hemos dejado atrás y hoy nos estamos enfrentando a una epidemia de obesidad que sigue empeorando paralelamente con la malnutrición.
Hoy los invito a que le dediquen tiempo a investigar la alimentación alrededor del Mediterráneo, ya que ésta se basa en cocinas naturales en donde reinan las frutas y vegetales frescos, los quesos, las nueces, las legumbres y los granos que se mezclan con un componente cultural. Soy una apasionada de democratizar una alta calidad de vida que se base en el maridaje entre cultura y alimentación saludable que a la vez sea capaz de transformar positivamente nuestras sociedades.