The Arcade Fire

Dilución de barreras musicales a fuego lento

El quehacer musical y su entorno ha cambiado tan rápido en los últimos 40 años que no es de extrañar que genere vértigo en más de un poblador de nuestra aldea global. Si miramos atrás a los años 60’s, muchos grupos salieron a las calles armados con nada más que música y un espíritu para cambiar el mundo. Sin embargo, hoy en día basta atender nuestro ecosistema auditivo para apreciar cómo la música se ha reducido a un bien mercantil que se degrada día a día.

Dentro de este panorama poco alentador, en 2003 surge en Montreal (Canadá), Arcade Fire. Una banda que se afianzó firmemente en una tradición musical de profundo espíritu artístico pero que supo navegar inteligentemente en las intempestuosas condiciones del medio musical actual.

A través de su música, Arcade Fire revela un mundo personal construido a partir de una meticulosa observación del mundo que lo rodea.

Con un sonido que fusiona un sombrío rock de garage con instrumentaciones propias de una orquesta de cámara y tan sólo dos álbumes en su haber, la banda ha logrado poner de manifiesto las contradicciones de nuestro mundo moderno: por un lado pone en tela de juicio nuestros paradigmas sobre las relaciones interpersonales y familiares a la vez que evidencía lo supeditada que se ha vuelto nuestra existencia ante el poder económico imperante.

Esa vocación crítica y alerta a las condiciones actuales los ha involucrado a últimas fechas con al menos un par de grupos no gubernamentales que ayudan en el desarrollo de comunidades de bajos recursos, en especial de América Central.

Con esta consciencia social y en plena madurez musical a pesar de su corta vida, Arcade Fire ha sabido llenar los oídos de una población con sentido crítico y humor de sonoridades entusiastas que nos invitan a ejercer un profundo cambio en nuestro mundo, en especial el interno.

Discografía:
Funeral, 2004, Merge Records
Neon Bible, 2007, Merge Records
The Suburbs, 2010, Merge Records

Adrián Peña

Arquitecto melómano y admirador de la naturaleza. Viaja en cada trayecto que hace por el placer de encontrar nuevas experiencias, especialmente en aquellas dónde el color de la naturaleza invada el paisaje. Se inspira en el sonido para crear espacios internos, que transmite a través de escritos, objetos y pláticas de café. Deliberadamente crítico sin perder la pizca de ingenuidad que ronda su aura.

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