La Secretaría de Agricultura (Sagarpa) violó la Ley de Bioseguridad al autorizar la siembra de maíz transgénico en Tamaulipas sin publicar los resultados de las siembras experimentales, de acuerdo a Greenpeace México.
Sagarpa otorgó el permiso a la empresa Monsanto para una siembra piloto en una superficie menor a una hectárea a pesar de que en enero había negado un permiso similar para Sinaloa bajo el argumento de que era necesario contar con más información de campo, ya que un solo experimento –por muy bien efectuado- no aporta datos concluyentes para avanzar a la etapa piloto. Esto es especialmente relevante por ser México Centro de Origen y de una importante diversidad genética del maíz.
“La autoridad no puede ser discrecional en este tema y tratar de justificar la decisión de liberar cada vez más cultivos transgénicos con el pobre argumento de que con éstos disminuirán las importaciones de maíz amarillo transgénico proveniente de Estados Unidos. En lugar de eso debe potenciar la producción local del grano con variedades mexicanas”, advirtió Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace quien exige a la Sagarpa no ceder ante la presión de las empresas y anular el permiso recién otorgado.
“No sabemos qué ocurrió tras bambalinas pero ahora con un discurso totalmente distinto, la Sagarpa, con aval de Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), autoriza una siembra piloto en aras de combatir la escasez de alimentos y hacer frente a los extremos del clima aún cuando la tecnología de los transgénicos no ha desarrollado un sólo producto comercial que permita a los agricultores y sus cultivos resistir los impactos del cambio climático”, abundó Lara.
La organización ambientalista señala que en México (centro de origen y diversificación del maíz) ya se han reportado casos de contaminación con transgenes hacia variedades nativas de maíz, a pesar de que no se había permitido la siembra de transgénicos a campo abierto hasta 2009.
“Los empresarios no quitan el dedo del renglón. Y los funcionarios públicos –con su tan recurrente falta de transparencia- no nos permiten saber a los ciudadanos, productores, consumidores con base en qué argumentos están tomando decisiones sobre el principal grano que alimenta a los mexicanos. En el Registro Nacional de Organismos Genéticamente Modificados no se nos brinda mayor información al veredicto de permitido, en evaluación de riesgo o negado” indicó Lara.