Río+20, parece Río-40

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable en Río de Janeiro (Brasil), Río+20, concluyó ayer 21 de junio de 2012 sin nada extraordinario. Lo alcanzado (casi nada) está muy lejano de los grandes logros de la conferencia original en 1992.

“Esta fue una conferencia sobre la vida; sobre las futuras generaciones; sobre los bosques, los océanos, los ríos y lagos de los cuales todos dependemos para nuestra alimentación, agua y energía. Fue una conferencia para hacerle frente al desafío urgente de construir un futuro sustentable. Desafortunadamente, los líderes mundiales que se reunieron aquí perdieron el rumbo de ese urgente propósito”, declaró Jim Leape, director de WWF Internacional.

“El resultado es una oportunidad malgastada, un acuerdo que no encamina al mundo hacia el desarrollo sostenible.”

Kumi Naidoo, director internacional de Greenpeace , expresó: “la retórica de la presidenta anfitriona, Dilma Rousseff, no puede estar más alejada de la realidad de la tragedia por la oportunidad perdida con el débil acuerdo con que cierra Río+20. Los adjetivos que emplea para describir el resultado como “ambicioso, valiente, responsable y urgente” son totalmente discordantes con la falta de compromiso, metas y dinero puesto en la mesa”.

Mientras que el director de política de la misma organización dijo: “El fracaso épico de Río+20 es un recordatorio de que las ganancias corporativas de corto plazo son las mandan sobre el interés de la gente”.

De acuerdo a WWF, algunos de los compromisos alcanzados fueron:

– Declaración de Capital Natural en Río +20
La cual es un llamado para valorar y contabilizar el capital natural. Es decir, buenas intenciones, ningún compromiso.

– Ocho de los bancos de desarrollo más grandes del mundo anunciaron un cambio fundamental en la inversión, de carreteras a transporte público, una iniciativa de 175 mil millones de dólares para promover autobuses, trenes y carriles para bicicletas. Este fue el mayor compromiso económico realizado en Río+20.

El WWF declara que uno de los puntos que esperaba, y no se logró nada, era la reforma de los subsidios que debía de llevar a su eliminación para el año 2020, en particular los de combustibles fósiles.

De forma paralela se realizó en Río de Janeiro la Cumbre del Pueblo que tuvo una participación de más de 20 mil personas. Fue exitosa por su amplia participación y cantidad de propuestas, sin embargo, en la cumbre “oficial” no ocurrió nada relevante.

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