Como millones de ciudadanos, los defensores de los animales tampoco recibimos con agrado la victoria del PRI, pero tenemos algo de confianza en el futuro jefe de gobierno de la Ciudad de Mexico.
En una reunión con representantes de AnimaNaturalis, Grupo por la Defensa Animal (GEPDA), Faunápolis, Pro Perro, Organi-K y Naturaleza Animal, Miguel Ángel Mancera, próximo Jefe de Gobierno de la ciudad, escuchó y recibió una serie de propuestas para incluir el bienestar de los animales dentro de su agenda política.
Si pudiéramos elegir una ciudad latinoamericana que ha logrado avances efectivos para los animales no humanos, sin duda Medellín (Colombia) serviría de modelo.
El Plan de Desarrollo de Medellín asignó 9 millones de dólares de presupuesto para los animales de 2008 a 2011. Con este dinero se pudo sustituir el obsoleto sistema de tracción a sangre por vehículos motorizados, crear el Centro de Bienestar Animal “La Perla”, un programa móvil de control natal de perros y gatos para colonias de bajos recursos, una unidad móvil de promoción de adopciones, un censo de animales de compañía donde todos cuentan con un chip de identificación y en caso de abandono, la persona responsable es multada, la promoción de circos sin animales como espectáculos populares atractivos y a costos accesibles, campañas educativas en escuelas primarias y creación del Escuadrón Anticrueldad Animal. Asimismo, el presupuesto para difusión de corridas de toros está dividido para contar con la misma cantidad que para criticarlas, por lo que anualmente se lleva a cabo un festival antitaurino en esa ciudad colombiana.
En la agenda política se habla de “población animal”, como se habla de población en situación de calle, en situación de desplazamiento o carcelaria, y se han implementado políticas que protegen a los animales de abusos. Se está considerando la posibilidad de convertir el zoológico de Medellín en un santuario de especies menores y realidad virtual. En la página oficial de la Alcaldía hay un apartado para explicar y difundir estos temas. El Consejo de la ciudad amplió el presupuesto para animales de 2012 a 2015 a 14 millones de dólares y 6 de sus conejales tienen permanentemente pancartas a favor de la abolición de la tauromaquia en sus curules. El Observatorio de Políticas Públicas del Consejo vigila con total transparencia que los recursos destinados a los programas de bienestar animal cumplan con sus objetivos.
¿Qué hemos solicitado a Mancera?
La aplicación de la Ley de Protección a los Animales en el Distrito Federal. La capacitación y conocimiento de la misma a las autoridades delegacionales, a funcionarios de la secretaría de salud, de seguridad pública y a jueces cívicos en torno, así como imponer infracciones a las personas que incumplan con el ordenamiento jurídico. Ampliar y mejorar el trabajo de la Brigada de Vigilancia Animal adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública. Atender el problema de la sobre-población canina y felina con campañas masivas y gratuitas de esterilización y adopción, evitando con ello el común método de electrocución en los antirrábicos capitalinos. Crear un centro de salud animal, frenar su venta en vía pública, ofrecer programas permanentes de educación sobre estos temas y crear una Dirección General de Bienestar Animal con la colaboración de las principales organizaciones defensoras de los animales.
La lista seguramente debía ser más larga, pero estos son los mínimos que una Ciudad de Vanguardia debe ofrecer a sus habitantes no humanos.
Si bien estamos de luto por volver a tener un presidente que asiste a corridas de toros, vemos una luz de esperanza en un gobierno de izquierda que alumbre, al menos, a los animales de nuestra ciudad.