Funcionó para Arquímedes y ahora para el joven diseñador Tom Broadbent. El recién graduado de la Universidad De Monfort (Leicester, Inglaterra) tuvo su momento revelador cuando observaba el agua del lavabo irse a través de la coladera en un hotel de varios niveles.
“Parecía lógico que esta energía debería aprovecharse de alguna manera para generar electricidad” dice Broadbent (23 años de edad) quien desarrolló un prototipo de turbina de agua denominada HighDro Power. La turbina de cuatro hélices, diseñada para montarse en el drenaje de edificios altos, debería aprovechar la fuerza de la caída del agua de todo baño, lavabo y regadera.
Broadbent afirma que una unidad instalada en una tubería de drenaje de un edificio de siete pisos, con dos departamentos por piso, podría generar electricidad con un valor equivalente a 20,000 pesos por año. Con esto se cubriría el costo de la instalación en el primer año de operación.
La idea genial del baño ha impresionado al arquitecto Bill Gething del grupo de sustentabilidad del Instituto Real de Arquitectos Británicos. “Es un gran ejemplo de alguien explorando otro aspecto de nuestro sobresaliente consumo para ver donde hay desperdicio y como puede reducirse económicamente o eliminado”.
Broadbent planea mejorar su prototipo con miras a patentarlo para su uso comercial.
AUTOR Julian Rollins
FOTO Charles Thompson/SXC