Existen algunas voces que dicen que el tiempo se nos termina para presionar y lograr establecer un segundo período de compromisos (2PC) dentro del proceso climático internacional, manteniendo el tiempo límite legal de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kioto (PK) para lograr dichos compromisos.
Si no se logra acordar un 2PC en las negociaciones durante la COP 17, se corre el riesgo de que el sistema de la Convención no tenga posibilidades creíbles para continuar siendo una plataforma internacional efectiva para la toma de decisiones sobre el cambio climático.
Sin embargo, esto nos obliga a preguntar, ¿están los países legítimamente dispuestos a comprometerse con un 2PC? Como se observa en diversas declaraciones, parece que la Unión Europea y AOSIS junto con algunos otros países, están dispuestos a impulsar una 2PC del Protocolo de Kioto, sólo si se dan avances en la pista de Acción Cooperativa a Largo Plazo (LCA) y si las lagunas en las negociaciones sobre Uso de la Tierra, Cambio del Uso de la tierra y silvicultura (LULUCF por sus siglas en inglés) y las Unidades de Cantidad Asignadas (UCA) se fijan. Es decir, el estira y afloja en las negociaciones va a estar en su punto máximo desde las fallidas negociaciones de la COP15 en Copenhague.
Por otro lado, los países BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China, aunque China no está de acuerdo con el resto) no son tan ambiciosos, alegando que el carácter vinculante de cualquier acuerdo está sujeto a la revisión de la Convención en 2015. Esta postura es esperada siendo que ven más por sus intereses económicos como economías emergentes.
Pero hay otro grupo de países que son claros en sus objetivos de no comprometerse con un 2PC para el Protocolo de Kioto de este año. EUA, Japón y China esperan como resultado de la COP17 en Durban, Sudáfrica, una ruta de negociación hacia un borrador de negociación jurídica para un posible 2PC.
Lo que esto significa es que estos países no esperan negociar bajo los mismos términos que la Unión Europea o los países BASIC, ni contar con un 2PC factible para más allá del 2020 y definitivamente no esperan lograr un acuerdo de éste tipo para la COP17. La realidad es que nos estamos quedando sin tiempo para reducir las emisiones de GEI antes de llegar a niveles peligrosos en la atmósfera.
Amigos de la Tierra Internacional en su última declaración sobre COP17 declara que “EUA, Japón y otros países ricos y desarrollados están tratando de desmantelar la única base legalmente vinculante para la reducción de emisiones de los países ricos – el Protocolo de Kioto – a favor de uno débil e ineficaz “. Pero veamos a que se refieren.
Estos países (Anexo I) han estado ignorando el seguimiento de los compromisos acordados en las negociaciones anteriores. Los países del Anexo I deberían tener ya en estos momentos un 2PC acordado y firmado, comprometiéndose a reducir las emisiones destinadas a objetivos claros basados en las recomendaciones del IPCC. Pero como esto no ha sucedido, es ahora muy claro que la estrategia a seguir es retrasar lo más posible cualquier tipo de acuerdo.
Tiene que quedar muy claro; las bases para el 2PC ya existen en la Convención, en el Protocolo de Kioto y en las decisiones de aplicación, pero los países del Anexo I están haciendo caso omiso de estas decisiones, adoptando una estrategia de “promocionar un acuerdo de que estamos de acuerdo para ser discutido hasta la próxima vez”.
Pero ¿por qué hacen esto? Al parecer, esta actitud sólo puede ser leída como el Business As Usual, posición claramente favorecida por EUA, Japón y China, enviando un claro mensaje de que sólo esperan que las reducciones provengan de los países Anexo II (países en desarrollo).
Estas reducciones se espera que provengan a partir de los mecanismos de mercado manejados y coordinados desde los países ricos. Estos mecanismos tienen caras diferentes, como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), pero todos están previstos dentro de una estrategia de crecimiento económico bajo en carbono, basado en las soluciones de mercado, no en un acuerdo jurídicamente vinculante.
Greenpeace Internacional acaba de presentar un estudio sobre cómo las empresas trasnacionales han secuestrado literalmente las negociaciones, siendo representados sus intereses dentro de las negociaciones vía Estados Unidos junto con sus aliados.
Ahora, el resultado más peligroso de la COP17 no sólo sería no llegar a ningún tipo de acuerdo sobre un 2PC, sino además, se corre el peligro de que se obstaculice por completo la posibilidad de llegar a cualquier tipo de acuerdo global, que logre reducir la cantidad de emisiones existentes antes del 2020. Esto es suicidio. Tomando todos estos argumentos en consideración y tomando en cuenta las recomendaciones del IPCC, nos damos cuenta que estamos en severos aprietos.
Algunas organizaciones ambientalistas como Amigos de la Tierra, están pidiendo que la Unión Europea presione por una reducción de emisiones del 40% para el 2020 respecto a 1990, sin implementar mecanismos de mercado tales como los mecanismos de compensación, junto con un camino lejos de los combustibles fósiles y rumbo a un futuro donde predomine la energía renovable como una verdadera solución al cambio climático. Esto basado en estudios que sugieren que los mecanismos de mercado han demostrado ser ineficientes y sus resultados concretos para reducir emisiones se encuentran bajo severo cuestionamiento.
Al mismo tiempo, estas organizaciones están exigiendo aumentar la financiación para la adaptación y mitigación de los países en desarrollo al cambio climático, estos fondos, claman, deben de ser separados y adicionales a las ayudas existentes, a partir de fuentes innovadoras de financiación como los impuestos a las transacciones financieras.
Nos enfrentamos a múltiples retos, esto es claro cuando vemos que el año pasado el mundo alcanzó una cifra sin precedentes del 6% de aumento de emisiones. Si esto continúa, como la Agencia Internacional de Energía advierte, los próximos cinco años podrían traer graves consecuencias en cada esquina del planeta.