Circo Ringling Brothers maltrata elefantes

En 2009, la organización defensora de los animales PETA, mostró un video tomado con cámara oculta donde se muestra cómo los entrenadores del circo Ringling Brothers Barnum & Bailey golpean y fustigan varias veces a los elefantes que utilizan en su espectáculo.

Los once elefantes, en su mayoría capturados en Asia en los años cincuenta, y que  han pasado más de 40 años en el circo, son golpeados constantemente por los empleados del mismo.

La vasta evidencia audiovisual muestra los métodos que personal del Ringling Brothers emplea para entrenar a los animales; por ello este circo ha sido denunciado en múltiples ocasiones, ante autoridades de Estados Unidos. Recientemente, la alcalcía de Río Rancho (Nuevo México, E.U.) anunció la cancelación de las funciones que el Ringling Brothers pretendía dar en tal ciudad, del 1 al 3 de Junio del presente año; la decisión se debió a que este circo ha sido sancionado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, por reiteradas violaciones al Acta de Bienestar Animal (siglas AWA) de este país.

PETA ha documentado cómo sucede lo mismo con los tigres, quienes son golpeados en la cabeza, cara, orejas, patas y otras partes de su cuerpo con tubos y ganchos. El responsable de los entrenadores de animales aparece en dichos videos usando herramientas propias de las chimeneas para golpear a los elefantes en sus partes más sensibles.

Este circo se presentará en México utilizando para sus funciones a elefantes, tigres de bengala, cebras y caballos, mientras que activistas por los derechos de los animales han decidido apoyar el boicot internacional, manifestándose en las afueras de sus instalaciones, pese a las amenazas hechas en redes sociales por parte del personal de seguridad privada de la “Arena Ciudad de México” (lugar donde se instalará el Ringling Brothers durante su estancia en el Distrito Federal). El referido personal ha reprimido en forma violenta protestas anteriores, pero esto no detiene a los activistas que intentarán desalentar a los asistentes, informándoles la crueldad detrás del espectáculo.

Ex-empleados del circo han declarado contra el maltrato del que son víctima los animales. “Me llamo Tom Rider. Trabajé en el Circo Ringling entre 1997 y 1999 y mi trabajo diario consistía en vigilar constantemente a los elefantes. Pude ver cómo cada día los elefantes, tigres, o leones eran golpeados con los puños, un abuso diario y sistemático que incluía enormes garfios. Los elefantes estaban encadenados 22 horas al día: sólo se les liberaba a la hora del espectáculo o cuando llegaban los medios de comunicación. Acaban con artrosis y problemas de movilidad”.

“Dije basta”, continúa Rider, “cuando, de gira en Alemania, vi dejar morir a dos tigres simplemente porque su dueño había decidido dejarlos de alimentar”. “Me despedí de mis elefantes, volé a Londres y lo denuncié al Daily Mirror”. El caso ha acabado en la Corte Suprema de EUA, que aún no ha dictado sentencia. “Nunca he pegado a un animal. Desde el principio dije que no lo haría y me encargaron de su alimentación y limpieza”, concluye este ex-empleado del circo, quien se dirige a sus ex-colegas de todo el mundo: “Contacten en secreto con las asociaciones en defensa de los animales para evitar hábitos de domesticación como apartar a los elefantitos de su madre y encadenarlos de las cuatro patas para doblegar su carácter”.

Este es el testimonio de un cuidador de elefantes arrepentido de haber trabajado en el Circo Ringling, quien acompañó durante la rueda de prensa en Sevilla en 2009, a las asociaciones Animal Defenders International (ADI) y AnimaNaturalis, así como a Los Verdes, en su denuncia contra el maltrato a los animales que practica el circo norteamericano.

Otro estudio de ADI “realizado durante diez años con informantes infiltrados en 30 circos”, señala su portavoz Alexandra Cárdenas, destaca daños provocados por el confinamiento, los métodos de control violentos e incluso por el estrés del contacto de presas y depredadores en la naturaleza forzados a vivir barrote con barrote.

Obviamente este no es el único circo que abusa de los animales. Se ha utilizado como emblemático de la campaña por ser el de más tradición y renombre internacional, pero cada vez que asistimos a un espectáculo con animales, estamos siendo cómplices de su maltrato y vulnerando -entre otros- su derecho a la libertad.

Cuando los niños asisten a un circo con animales, aprenden sometimiento, abuso y dominio mediante la violencia física y psicológica. ¿Esto nos parece divertido?

A los animales tampoco.

En este link puedes ver un video del maltrato de los animales en el Circo Ringling.

FOTO Kerri Hicks

Leonora Esquivel Frías

Presidente de AnimaNaturalis Internacional, organización hispanoamericana de Derechos para los Animales. Doctora en Ética Ambiental. Vegana: No come nada que haya tenido madre. Ganadora del Premio a la Sustentabilidad 2011 en la categoría Activista. www.AnimaNaturalis.org www.facebook.com/LeonoraEsquivel Twitter @leonoraesquivel

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