En los próximos meses el gobierno federal anunciará y pondrá en marcha un Centro de Economía Verde, con el objetivo de generar una serie de sinergias con el sector privado y fomentar la resistencia económica a las afectaciones provocadas por el cambio climático.
Rafael Elvira Quezada, titular del la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), detalló que la entidad estará financiada con recursos federales y apoyo de diversos países, por lo que su trabajo será orientado a empresas nacionales y extranjeras.
El funcionario explicó que industrias como la cementera, acerera y automotriz, entre otras, podrán establecer convenios con el centro a fin de transformarse en sectores sustentables en el largo plazo, fomentando con ellos las industrias y empleos verdes.
En la inauguración del 19 Congreso Internacional Ambiental The Green Expo, sostuvo que estas acciones permitirán a la economía nacional, desarrollar una resistencia al cambio climático.
El centro ofrecerá la información necesaria para que las empresas puedan acceder facilmente a los beneficios de programas como los bonos de carbono, además de conocer de forma detallada los alcances de las nuevas tecnologías a favor del medio ambiente y la sustentabilidad.
Como parte de estos cambios, Elvira Quesada urgió en la necesidad de que las empresas se preparen lo antes posible para pertenecer a una “economía verde” que les permita consumir menos cantidades de combustibles fósiles.
El funcionario no dio detalles de la ubicación o del monto económico con el que arrancará el proyecto, aunque dijo que será anunciado por el Ejecutivo en los próximos meses.
Podrán ahorrar
Implementar proyectos de eficiencia energética en las empresas, puede generar ahorros de 10 a 50 por ciento de lo que pagan habitualmente por el consumo de energía eléctrica, uno de los insumos más costosos para el sector productivo nacional.
Manuelo Buxade, director general de ESM Industries, afirmó que la ineficiencia en los procesos operativos de las compañías, sin importar su tamaño, les genera gastos excesivos en el consumo y pago de combustibles como gas o electricidad, lo que repercute directamente en sus utilidades.
Ante estos problemas, urgió en la necesidad de impulsar una serie de sistemas ahorradores y corrección en los procesos de producción de las industrias, aunque reconoció que los principales obstáculos para este tipo de proyectos tienen que ver con los alcances presupuestarios de cada compañía y el retorno de las inversiones.
FUENTE Milenio