II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
Artículo 3ro de la Constitución Mexicana
Y los bendijo Dios. Y Dios les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla y dominad sobre los peces del mar y en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Génesis 1:26-31
¿Someterla? ¿Dominarla? ¿Que eso no fue lo que nos llevó al problema en el que estamos metidos? ¡Esto es exactamente lo que hemos hecho con el planeta y ahora es cada vez más una bola de humo y desecho pestilente!
Si hay algo en este mundo que está frenando la posibilidad de combatir el cambio climático, es el lobby creacionista de extrema derecha en los Estados Unidos que niega rotundamente la responsabilidad de los seres humanos con respecto a este fenómeno, teniendo como principal argumentos que “el único que decide si el clima cambia es dios, los seres humanos NO podemos cambiar el clima”. Por supuesto, los lobbies del petróleo y el carbón están fascinados con este argumento, siendo claros aliados de los creacionistas. Este argumento, gracias a la religión, nos está metiendo a todos en grandes problemas.
Queramos o no, gran parte del destino del planeta se encuentra en manos de Estados Unidos, sus líderes y por supuesto sus votantes. Pero el futuro se ve sombrío, más cuando vemos los puntos de vista de los candidatos de derecha y de izquierda a la presidencia de los Estados Unidos para el 2012, que en su mayoría, pretenden hacer a lado la ciencia y los resultados del renacimiento y de la época de la ilustración para imponer puntos de vista basados en dogmas religiosos y hasta fanatizados.
Nick Perry, gobernador de Texas y hasta hace poco uno de los candidatos favoritos a la presidencia de los Estados Unidos, ligado a la ultraderecha religiosa, constantemente ataca la existencia del cambio climático y la responsabilidad que tenemos los seres humanos como consecuencia de nuestro modo de vida. Su principal argumento, “el cambio climático es un engaño fabricado por los científicos para hacer dinero”. Al mismo tiempo, Nick Perry, junto con la nueva ultraderecha organizada, los “Tea Party”, rechazan toda responsabilidad de los seres humanos con respecto a los impactos al ambiente, el rechazo a la educación científica en las escuelas, y en general, un rechazo total al conocimiento científico. También es proponente del creacionismo y las enseñanzas dogmáticas religiosas, siendo que hace un par de meses su estado (Texas) estaba ardiendo en llamas, sufriendo una de las sequías más brutales de su historia reciente.
Michele Bachmann, Herman Cain, Ron Paul y el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, todos con tendencias de ultraderecha, niegan o desconocen el cambio climático, haciendo ésta ronda de las elecciones norteamericanas de las más anti-ciencia y cambio climático en la historia de este país.
Pero ni siquiera los demócratas se salvan, Randall Terry, el único destapado demócrata, es un activista ultra-religioso, que además tiene un historial anti-gay.
Pero no es solo EUA que se encuentra bajo la lupa anti cambio climático, la Unión Europea no se queda nada atrás, y la derecha europea también está metiendo de su cosecha, la ex Ministra de medio ambiente de Dinamarca, y la actual Comisionada del Clima de la UE, Connie Hedegaard, actualmente está tratando de salvar los destructivos mercados de carbono dentro del Protocolo de Kioto y terminar con la regulación de emisiones.
Es ahora más que nunca, que todos están en su derecho de adoptar cualquier creencia que deseen, que se debe de defender y luchar por una sociedad donde todos tengan el derecho y la posibilidad de escoger qué pensar y en qué mito creer, basado en el respeto mutuo, sin que estos impongan reglas que impidan el avance de la ciencia y el conocimiento sin arraigos dogmáticos.
En México, no nos olvidemos del 3er artículo de la Constitución, un legado progresista invaluable que si logramos comprender su importancia, logrará evitar que México siga los pasos de EUA y su irracional entrada hacia el siglo 21.
FOTO Murdelta