Este lunes se anunció que el aeropuerto de Querétaro será el primero en México y América Latina en utilizar paneles fotovoltáicos para generar parte de su propia electricidad y estará interconectado a la red de CFE. Esta noticia fue replicada por decenas de sitios web “especializados” que aplaudieron el hecho pero que no cuestionaron más. Quizá fue un error del editor del periódico donde salió la nota por no profundizar más o quizá fue un publirreportaje.
Es un buen avance el del aeropuerto de Querétaro ya que es una clara señal de que dejar de emitir contaminantes a la atmósfera también genera ahorros económicos importantes. Sin embargo, hay que destacar que no se especificó qué porcentaje de la energía provendrá de esta fuente.
Si bien la utilización de paneles solares permite dejar de emitir gases de efecto invernadero quizá esto sea irrelevante si consideramos el aumento del tráfico aéreo y el consiguiente aumento de las emisiones de gases contaminantes y la contaminación auditiva. Seguramente traerá otros problemas que no logro vislumbrar mientras escribo esta nota.
Son buenas noticias pero no se debe perder la perspectiva. El público en general no tiene la obligación de fijarse en estos detalles pero los especialistas del tema (activistas, académicos y consultores) sí deberían poner atención.
Me asombra como cada día veo con mayor frecuencia a “consultores verdes y de responsabilidad corporativa” que se apantallan con cualquier cosa y, lo peor, es que asesoran a las empresas. Como consultores deberían de tomar una posición realmente crítica y no condescendiente con sus clientes. Los clientes están confiando en su sapiencia y no necesariamente quieren hacer las cosas mal.
Justamente, lo anterior nos ha llevado en Reconecta a publicar una guía sobre greenwashing que estará lista en unos días más y será gratuita para generar un sentido crítico en la comunidad Reconecta.
AUTOR Mauricio Bonilla
FOTO Eperales