Desde enero 2012, todas las aerolíneas que vuelen desde y hacia aeropuertos en la Unión Europea tienen que comprar permisos de carbono dentro del esquema de comercio de emisiones de Europa.
A fines de diciembre de 2011, la suprema corte de la Unión Europea aprobó la nueva legislación sobre emisiones de las aerolíneas.
Delta Airlines comenzó a agregar un cargo de 3 dólares por tramo (ida o vuelta) en sus vuelos a o desde Europa. Lufthansa aumentó a 10 euros el cargo extra de combustible a sus vuelos. Mientras que las aerolíneas chinas han declarado que no pagarán este cargo y que están dispuestas a dirimir sus diferencias en cortes internacionales.
La corte europea declaró que “el esquema de comercio de emisiones no viola el derecho internacional ni el acuerdo de cielos abiertos”.
Los críticos de esta legislación argumentan que de acuerdo al Protocolo de Kioto, los países aceptaron disminuir las emisiones de la aviación pero a través de Naciones Unidas, la Organización Internacional de Aviación Civil. La corte europea dijo que la Unión Europea estaba en todo su derecho de tomar acciones unilaterales.
Aunque la aviación es responsable de una pequeña parte de la emisión de gases de efecto invernadero, el 3%, se estima que esta parte se triplique para el año 2020.
Los gobiernos de India, Australia, Rusia, Korea y Sudáfrica también han expresado su descontento públicamente por lo que seguramente veremos más demandas y aumentos de precios en un futuro.